Una de las ponencias más refrescantes que tuvo lugar durante el Simposio Virtual Internacional #LaNuevaEraDelTurismo (CNET / CICOTUR), fue la de Freddy Domínguez, Vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe de Expedia Group, al darnos otra perspectiva del periodo innedito por el que hemos transitado a raíz del brote del coronavirus, lo que aderezó con diversas frases muy certeras, datos y analogías.
Se refirió a este momento, en el que la actividad se detuvo debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, sugiriendo que es cuando las empresas del sector deben repensar en su estrategia digital.
Para explicarlo, uso como analogía cambiar las llantas a un auto en circulación, que resultaría muy difícil, siendo más sencillo cuando se detiene el vehículo, entonces habrá que aprovechar que la crisis nos obligó a parar las actividades y nos brinda la oportunidad para hacer los ajustes precisos.
Y redondeó esta propuesta, durante su participación moderada por Javier Barrera, Vicepresidente de Grupo Posadas, con una frase que llamó mucho la atención y fue motivo de reflexión: “no dejemos que ninguna crisis se desperdicie”.
En su diagnóstico del sector turístico, mencionó como refuerzo de su recomendación que en esta etapa han crecido las ventas por plataformas digitales, quizás hasta el punto de duplicarse, “tan sólo en Estados Unidos el retail por internet que registraba 5% de las ventas globales, se incrementó a 30%”.
También habló de los nuevos lineamientos de viaje aéreo comercial, asegurando que se adaptarán a la normalidad, “ya pasó con los protocolos derivados del 9/11, los cuales ya se normalizaron, se crearon nuevos productos que se adaptaron”.
Aseguró que “el viaje doméstico nortemericano nos va ayudar como ruta de recuperación, porque donde hay vida habrá viajes”.
Aseguró que los números de Expedia Group son un buen parámetro de lo que está pasando en el sector, registrando el peor momento de la pandemia por COVID-19 en la segunda semana de junio, cuando vendió sólo 10% con respecto al mismo mes del año pasado.
Aseveró que el motor que empuja toda la maquinaria turística es Estados Unidos, que ya empieza a tener una notable mejoría, sobre todo en el sur, en la región de Florida.
Refirió que todas las teorías del comportamiento de los viajeros en el marco de la pandemia se han diluido al constatar que no se mermaron las ganas por viajar, la demanda reaparece, resurge, “no se ha perdido el apetito por viajar”, enfatizó Domínguez.
Destacó que la entrada internacional a México oscila en los 40 millones de viajes, y en promedio se registran cerca de 50 millones de viajes de mexicanos en el propio país, “pero hay destinos que dependen del turismo extranjero, como el segmento leisure que compite en el tema vacaciones con el Caribe no mexicano”.
Agregó al respecto que se ha identificado un buen indicativo, la intención de viaje hacia los polos nacionales, pero una gran prioridad es garantizar la confianza de los viajeros, ya que se compiten con Aruba o Jamaica, destinos con un mayor apetito debido a que su mercado interno es menor comparado con México, además de que cuentan con pocos puntos de acceso (aeropuertos internacionales) versus nuestro país.
Entre otros temas se refirio también a los efectos de la crsis sanitaria, que ha causado que de los 300 millones empleados del sector, cerca de un tercio de estos puestos esten suspendidos o ya se hayan perdido. Y precisó que “el sector es un motor importante de la economía, no se trata de sólo un grupo de empresarios”.Aunque hizo especial mención en que “el resultado de esta experiencia ha sido la colaboración, lo que nunca se había necesitado, no había hecho falta. Todos tenemos la misma piel, o nos la hemos puesto, la piel de México”.