RB Montes Azules, Chiapas 22 de diciembre 2020. En México hay otra forma de viajar que nos deja un aprendizaje, como darnos cuenta de nuestra conexión con la naturaleza, que nos permite entender por qué debemos conservarla en buen estado, por lo que en esta ocasión nos dirigimos a la selva chiapaneca, donde se concentra 20% de la biodiversidad de México, la Reserva de la Biosfera Montes Azules.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del país son un buen ejemplo de conservación de los ecosistemas y la interacción que, de forma sustentable, mantienen quienes las habitan y trabajan en ellas, como en el caso del corazón de la más exuberante selva, donde lo que más llamó nuestra atención fue que la comunidad lacandona, descendiente de los mayas, ha convivido en armonía con la naturaleza por más de un siglo.
Este ecosistema tiene una extensión es de 331,200 hectáreas deselvas altas y medianas, que complementan bosques de pino y encinoque ofrecen las más espectaculares panorámicas, enmarcados por suclima cálido, húmedo y lluvioso.
Es importante mencionar que esta ANP es una de las más extensas del territorio nacional, reconocida e incluida por la UNESCO como parte de la Red Mundial de Reservas de la Biósfera del Programa “El Hombre y la Biósfera”.
Cuenta conla mayor abundancia de mamíferos terrestres por hectárea de todo el paísy su flora se conforma con 4,300 especies, desde orquídeas hastamás de 300 tipos de árboles, incluyendo los de caoba, cedro y ceiba con cerca de 60 metros de altura.
Es el hábitat de 27% de los mamíferos del país; 109 especies entre reptiles y anfibios; la mayor variedad de invertebrados del mundo; 112 de peces, y en sus cielos se pueden observar 341 diferentes tipos de aves. Entre su fauna endémica se encuentran: armadillo y murciélago depredador, así como otras en peligro de extinción, como el emblemático jaguar, la guacamaya roja, el águila harpía o el tapir.
La selva lacandona es el último gran espacio de selva alta perennifolia de México, que brinda servicios ambientales de vital importancia, como el abastecimiento de las cuencas más importantes de México: Usumacinta y Grijalva, que albergan 30% del agua dulce de México.
La comunidad lacandona actualmente está formada por alrededor de 400 integrantes, que han mantenido su forma de vida hasta la actualidad, practicando la pesca, cacería, cultivo de frutas y verduras sin alterar la biodiversidad, y dándole su nombre a la selva.
Entre las principales actividades que a la fecha realizan, se encuentra el tejido de fibras y fabricación de textiles, curtiduría de cuero y elaboración de piezas de cerámica, flautas, mallas y piraguas, artesanías que representan uno de los grandes atractivos de este destino, y se pueden adquirir.
Aunque no cuenta con una ciudad cercana de llegada, ofrece un circuito de centros ecoturísticos y campamentos cercanos a los sitios arqueológicos de la cultura maya, como Bonampak, que se funden con otros entornos naturalescomo el río Lacanjá donde se puede practicar el rafting o el kayak, además de otras actividades como nado en río, campismo y paseos en lancha.
Cuenta con brechas y veredas para la práctica del senderismo y observación de flora y fauna, pero recomendamos que siempre sea con el acompañamiento de un guía y equipo adecuado.
Los centros ecoturísticos de la zona son: Las Guacamayas, Nueva Palestina, Lacanjá Chansayab, Escudo Jaguar, Las Nubes y Lacandonia, y es obligado visitar la Estación Chajul, con más de 20 kilómetros de senderos, la Estación Ixcán y la Laguna Miramar.
Visitar Montes Azules es un viaje al pasado y al corazón de nuestra más impresionante riqueza natural, que sugerimos iniciar en Palenque, ciudad de origen maya considerada como el centro ceremonial más importante de esta cultura, ubicado cerca del río Usumacinta, que ofrece una buena oferta de hoteles de tres a cinco estrellas, así como lo mejor de la gastronomía chiapaneca y la oportunidad de visitar la zona arqueológica previo a iniciar el recorrido por la Reserva de la Biósfera, en un viaje que cambiará su forma de ver el medio ambiente.