Oaxaca es una de las ciudades más hermosas y emblemáticas del México ancestral, Patrimonio Cultural de la Humanidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca 4 de abril 2021. Visitar la Ciudad de Oaxaca es  sumergirse en las más profundas raíces del México ancestral, ya que hasta nuestro días conserva una cultura viva, etnias, tradiciones, festividades y artesanías, a lo que se suma su extraordinaria gastronomía, por lo que se ha consolidado como uno de los destinos más visitados por turistas nacionales e internacionales.

En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al considerar que desde el siglo XVI, Centro Histórico de la capital del estado con el que comparte nombre, conserva el trazo original, perfectamente delineado, semejando  un tablero de ajedrez, con las  más bellas construcciones de cantera verde en sus fachadas, por lo que antiguamente se le conocía como la Verde Antequera, así como por la impresionante zona arqueológica de Monte Albán.

Oaxaca de Juárez es una excelente muestra del urbanismo colonial español, con construcciones consideradas verdaderas obras de arte, entre las que destacan: el Exconvento de Santo Domingo, la Catedral, el Teatro Macedonio Alcalá y el Templo de San Felipe Neri, habiendo tomado su nombre del náhuatl que significa en la nariz de los huajes.

Actualmente, además de disfrutar el sabor del rico pasado que se respira en cada uno de sus rincones que lo ha posicionado como una de los destinos emblemáticos del país, ofrece los más estrictos protocolos de bioseguridad e higiene, implementados por los prestadores de servicios turísticos y las autoridades municipales con el fin de reducir el riesgo de transmisión del COVID-19, por lo que se ha convertido en una ciudad confiable para los visitantes.

Es por esto que la Secretaría de Turismo estatal, que encabeza Juan Carlos Rivera Castellanos, calcula que ciudad recibirá alrededor de 31,984 viajeros durante la temporada vacacional de Semana Santa y Pascua 2021, y el hospedaje registrará 35%, con una derrama económica cualificada en 99 millones de pesos, contando con cerca de 1,500 hoteles y 30,000 habitaciones de todas las categorías e inclusive hoteles boutique que ocupan algunas de sus majestuosas construcciones.

Hay que mencionar que Oaxaca ha sido cuna de grandes artistas, como el recientemente desaparecido, Francisco Toledo, y conocer la obra del pintor es otro de sus grandes atractivos, así como recorrer los museos y vivir una experiencia única, disfrutando de su magia, colores, olores y   sabores.

Para apreciar su grandeza basta integrarse a sus festividades, como La Guelaguetza, que tienen lugar cada año en el mes de julio, entre otras celebraciones que se realizan durante prácticamente todo el año, en las que se refleja el corazón de sus pobladores, mostrando la esencia misma del oaxaqueño, noble, amistoso y gran anfitrión. 

Su fama mundial también se debe a sus artesanos, cuyas mágicas manos crean productos de una belleza excepcional, como el misticismo de los alebrijes o las piezas de barro negro que trabajan manualmente y cocen en horno bajo tierra; y no podemos dejar de mencionar su alfarería, los textiles que se elaboran desde los tiempos prehispánicos y que se diversificaron con la llegada de los españoles; los telares de pedales, así como talabartería, cantería, cerámica y cestería. 

MONTE ALBÁN

El centro ceremonial Monte Albán, se localiza a sólo 10 kilómetros de la urbe, por lo que se le considera como parte de la oferta turística de la ciudad, donde se concentra un conjunto de monumentos prehispánicos, incluyendo las lápidas o pedestales, llamados estelas, con jeroglíficos que conmemoran los sucesos más importantes de la historia de la ciudad, mismo que fue habitado por olmecas, zapotecas y mixtecas durante quince siglos, sucesivamente, periodo en que las pirámides, montículos artificiales y otras obras fueron literalmente excavadas en la montaña. 

Además, en 2010 las Cuevas Prehistóricas de la zona arqueológica de Yagul y el centro ceremonial de Mitla, en los Valles Centrales, fueron también nombradas Patrimonio Cultural de la Humanidad. 

GASTRONOMÍA 

Mención epecial merece la gastronomía oaxaqueña, designada Patrimonio Cultural Inmaterial de la entidad oaxaqueña, por el Congreso del Estado en el 2008, siendo parte de la expresión de su identidad cultural milenaria y ancestral, la cual se puede degustar en todo su territorio y, por supuesto, también en la capital, ya sea en su diversidad de restaurantes, lo que se complementa con la gran experiencia culinaria de comer en los mercados, ya sea el 20 de Noviembre o el Benito Juárez en su capital. 

Aunque cuenta con establecimientos que presentan una excelente propuesta de cocina fusión, no hay quien deje de probar sus platillos elaborados con las recetas tradicionales: el mole oaxaqueño en sus siete variedades, chiles rellenos, dobladitas con quesillo, tlayudas, tamales, tasajo y el caldo de guías, nieves de sabores y aguas frescas de frutas. 

Una delicia son los exóticos y deliciosos chapulines en un buen taco aderezado con guacamole, el chocolate y los dulces típicos, el pan de yema o el café que produce, que compite a nivel mundial en calidad, sabor y aroma. 

Pero la joya de corona, sin lugar a dudas, es el mezcal, que los antepasados consideraron regalo de dioses. Esta mágica bebida con denominación de origen que fue despreciada y estigmatizada durante años, actualmente se encuentra en los más exclusivos bares y restaurantes del mundo, y gracias al talento de los bartenders y mixólogos ahora ocupa el lugar que se merece este elixir que le da identidad al estado Oaxaca, que se puede encontrar en cocteles y las formas más diversas en las mezcalerías de la Verde Antequera.

PARA LLEGAR

Mucho que hacer y conocer, disfrutar y vivir en este maravilloso destino al que se puede llegar por tierra desde la CDMX por una moderna carretera, con trayecto en aproximadamente cinco horas, ya sea en automóvil o autobús, o por vía aérea a través del Aeropuerto Internacional de Oaxaca que se localiza a sólo 20 minutos de la ciudad, con conexión desde muchos puntos del país.