Canadá 25 de enero 2021. En la nueva normalidad el turismo de bienestar será una de las actividades que los viajeros estarán buscando, pues debido a la crisis sanitaria, la salud mental y emocional han tendido grandes retos que superar, considerando que estar bien no sólo se refiere a la salud física, por lo que se ha ampliado el concepto a la oferta de fitness y spa, que se complementa con la naturaleza, el arte y la medicina alternativa.
Este tipo de turismo se convertirá en tendencia durante el 2021 y los siguientes años, debido a que, como aseguran los expertos, pasar tiempo en contacto con la naturaleza puede incrementar la felicidad y la creatividad, además de reducir el estrés, lo que sin duda, es ahora una necesidad del ser humano ante la inédita situación que hemos vivido a causa del COVID-19.
Con este hallazgo de la ciencia, Destination British Columbia basó su “efecto British Columbia”. Incluso, la BC Park Foundation comenzó a dar sesiones gratuitas de “baño de bosque” para los trabajadores del sector salud, por su poder curativo, y en Montreal, Quebec, los médicos ya pueden recetar visitas a museos como el de Bellas Artes para aliviar a los pacientes estresados.
Por lo que los viajeros que busquen un destino curativoen el futuro encontrarán fácilmente una experiencia ideal en Canadá, por su reconocimiento de los espacios naturales, compromiso con la protección del medio ambiente y variedad de actividades para equilibrar cuerpo y mente.
Cabe destacar que aunque la frontera canadiense se mantiene cerrada para el turismo, hasta nuevo aviso, ahora podemos imaginar y planear una visita para dejarnos consentir en Canadá, de momento, cononciendo estas historias y esperando que la pandemia lo permita.
RETIROS PARA EL ALMA
El enclave de bienestar y cultura, Le Monastère des Augustines, en la Ciudad de Quebec, se especializa en salud holística, con una historia de curación de la mente y el cuerpo que se remonta a casi cuatro siglos. Este monasterio, que es más espiritual que religioso, forma parte del Hôtel-Dieu de Quebec, declarado Sitio Histórico Nacional de Canadá.
Ahí se ofrecen retiros de varios días enfocados en el descanso, la renovación y el autodescubrimiento. Los desayunos vitales silenciosos, acceso al museo del lugar, masajes, consultas de salud, meditación y más, hacen que la experiencia sea aún más renovadora.
Con sede en las Montañas Rocallosas de Alberta, Evolve Retreat Co., es el lugar perfecto para quienes quieren mejorar su bienestar general o alcanzar ambiciosos objetivos fitness, con sus retiros de lujo que incluyen yoga, nutrición, rejuvenecimiento y aventura al aire libre, como remar por las aguas turquesas del lago Moraine y montar a caballo en un rancho local. En invierno se puede caminar con raquetas de nieve a la luz de la luna, pasear en bicicleta de montaña y hacer esquí de campo traviesa.
TODAVÍA ES INVIERNO
El invierno en Canadá es como en ningún otro destino, y sus habitantes aceptan con entusiasmo el frío, la nieve y el hielo para sumergirse en algunas de las mejores aventuras del año, que esperan con ansias volver a disfrutar los apasionados de estos destinos.
Cataratas congeladas
Las Cataratas del Niágara, en Ontario, son especialmente bellas en invierno, ya que la acumulación de hielo crea la ilusión de cascadas congeladas, la niebla helada cubre los árboles circundantes y la iluminación nocturna contribuye a crear una fachada hipnótica, con los colores brillando en el hielo.
Sería interesante echarle un vistazo a Thrill of the Chill, una serie de itinerarios para cuando se pueda volver a viajar a Canadá, que destacan las atracciones de la región durante todo el año, como el espectacular Journey Behind the Falls, el tropical Bird Kingdom y el Butterfly Conservatory, e incluso un parque acuático cubierto.
Patinaje sobre hielo grueso
En las Rocallosas de Kootenay (en la Columbia Británica), la Vía Blanca del Lago Windermere (una pista de patinaje con más de 30 kilómetros) ofrece un paraíso glaciar que conecta las ciudades lacustres de Invermere y Windermere, al pie de las imponentes Rocallosas canadienses. El gran tamaño del sendero lo hace ideal para el distanciamiento social con actividades invernales que van desde el patinaje y la pesca en hielo, hasta el esquí nórdico y andar en bicicletas de llantas gordas.