Tehuacán-Cuicatlán, Puebla/Oaxaca 24 de enero 2021. Compartida por los estados de Puebla y Oaxaca, la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, es el único desierto mexicano localizado en la parte centro sur del país, un sitio con un impresionante valor natural y cultural, por lo que ha sido declarado como el segundo sitio mixto por la UNESCO en México, junto con Calakmul, que además ofrece experiencias turísticas únicas.
Es un complejo sistema de sierras y valles que generan una gran biodiversidad y diferentes ecosistemas, aunque predomina el desértico, con una de las mayores concentraciones de cactus columnaresen el mundo; 45 de las 70 especies reportadas en México se encuentran en esta porción del país, lugar de belleza singular, ya que es una zona desértica verde que se localiza en esta área del país, aunque parezca extraño, cuando este ecositema es más característico del norte de México.
Por su Valor Universal Excepcional, tanto natural como cultural, el Valle de Tehuacán-Cuicatlán, declarado en 2012 Reserva de la Biosfera por la UNESCO, quedó inscrito en 2018 en la Lista del Patrimonio Mundial como sitio mixto, después de un debate que se prolongó dos días en la ciudad de Manama, Baréin. Así, México cuenta hoy dos áreas naturales protegidas con esta doble clasificación.
En nuestro recorrido por esta área protegida pudimos atestiguar que resguarda una gran riqueza biológica, geológica, cultural e histórica, siendo evidencia de la adaptación del ser humano al medio ambiente a lo largo de un periodo de más de 14,000 años, por medio de los sistemas de irrigación, la domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos.
También es testigo del surgimiento de las lenguas proto-otomangues que dieron lugar a la familia lingüística más antigua y diversificada del Continente Americano.
La zona árida o semiárida, con mayor biodiversidad en el Continente Americano, alberga ecosistemas y especies únicas en el mundo, que incluye 70% de las familias de flora a nivel mundial y más de 3,000 especies de plantas vasculares, de las cuales 10% son endémicas.
Es el área de diversificación para numerosos grupos de plantas, en el que destacan los grandes “bosques de cactus”, donde aún se encuentran ejemplares de enormes biznagas que fueron utilizadas por el hombre hace más de mil años, además de arbustos xéricos, bosque caducifolio tropical, bosque de pinos, pino-encino y bosque nublado.
Alberga cinco de las seis especies de felinos que se distribuyen en México, como el jaguar y el puma, además de ser territorio de anidación del águila real y la guacamaya verde.
Es un lugar paradigmático para el desarrollo cultural de la agricultura y con una naturaleza excepcional, por lo que ha sido objeto de estudio de expertos internacionales.
ATRACTIVOS TURÍSTICOS
Sin duda, es un maravilloso destino digno de conocer; se puede recorrer y disfrutar de gran parte de su territorio utilizando la súper carretera Cuacnopalan-Oaxaca, y la Carretera Federal 150 Puebla-Tehuacán, la Carretera Federal 135 Tehuacán-Oaxaca y la 125 Tehuacán-Huajuapan de León, Oaxaca.
Cuenta con más de 490,000 hectáreas que ofrecen a los visitantes una vista espectacular de las montañas y un paisaje rodeado de cactus, extrañas formaciones rocosas, fósiles de distintas especies extintas, como los teróptodos, con 100 millones de años de antigüedad.
Se conforma por realidades entrelazadas donde se conjuga cultura y naturaleza, además de una población que conserva tradiciones únicas. Para México esta área es un paradigma conceptual con valores excepcionales.
Entre las indescriptibles experiencias turísticas que ofrece el también llamado “desierto verde”, podemos referir a las que se encuentran en el Municipio de Tehuacán, Puebla, desde donde tuvimos la oportunidad de visitar esta extraordinaria reserva de la biosfera, como el Jardín Botánico Comunitario Helia Bravo Hollis, donde predominan las cactáceas columnares, y en San Juan Raya el Santuario de cactáceas gigantes.
En este singular jardín botánico tuvo lugar el rodaje de la película del Director Luis Estrada “La Ley de Herodes” en 1999, protagonizada por Damián Alcázar, Pedro Armendariz Jr, Isela Vega y Salvador Sánchez, en la que destacó la exótica belleza del área, y cuya exhibición fue muy relevante al llamar poderosamente la atención de la población por ser una comedia satírica sobre la corrupción del gobierno encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante su mandato.
Los guías locales y personal de la reserva se encargan de contar diferentes anécdotas del rodaje de la cinta, ya que algunos de ellos inclusive tuvieron alguna participación y explican dónde se encontraban la iglesia o la Presidencia Municipal en la recreación de “San Pedro de los Saguaros”, poblado ficticio donde se desarrolla la historia.
Pero también resguarda fósiles marinos con 100 millones de años de antigüedad y pisadas de especies prehistóricas, así como el Museo Paleontológico, la Cueva del Maíz en Coxcatlán, en el Valle de Tehuacán, donde existe evidencia de la presencia humana desde tiempos inmemoriables, de los más antiguos de Mesoamérica, además del cerro Cuthá, donde se encuentra la tumba del gobernante Xapotl.
MOLE DE CADERAS
Al visitar la reserva no se puede dejar de recorrer Tehuacán, donde se puede hacer base para pernoctar y organizar los precorridos del siguiente día. Este municipio considerado “cuna del maíz”, debido a que se encontraron en la ciudad los antiguos vestigios del cultivo de esta gramínea, por lo que su gastronomía es excepcional, ya que además de su diversidad natural, es famoso por ser un lugar arraigado a sus tradiciones que celebra con orgullo, un ejemplo claro es el Festival del Mole de Caderas, el cual se lleva a cabo durante el mes de octubre de cada año, teniendo como sedes principales el Complejo Cultural El Carmen y el Parque Juárez.
Pero si tu visita no coincide con las fechas de este festejo, no importa, ya que en materia gastronómica brinda una diversa cocina con platillos excepcionales que caracterizan al estado de Puebla, entre los que se encuentra la barbacoa de borrego, el mole poblano y el de guajolote, enfrijoladas, chalupitas, molotes, sopa de curato, tinga, tempexquiztles, gusanos de maguey, pan de burro, y los famosos chiles en nogada, aunque también son de temporada, entre otras delicias.
Pero volviendo al homenaje al platillo típico mole de caderas, se enmarca con la participación de danzantes de Altepexi, Ajalpan, Santa María Coapan, entre otros municipios, presentando bailes étnicos y rituales acompañados de narraciones, poemas y leyendas. Dentro de los bailes se incluye una matanza simbólica del chivo y una serie de ofrendas que se entregan al público.
Se llama mole de caderas porque es preparado con la cadera de los chivos que peregrinaron 300 kilómetros desde las costas de Oaxaca y Guerrero hasta la Mixteca. Durante ese trayecto comen flores de biznaga, orégano, follajes, pasto y un poco de sal, lo cual evita su deshidratación y hace que la carne tenga mejor sabor y condimento. La Matanza es una tradición ancestral de Tehuacán y a partir de este ritual surge uno de los platillos típicos más reconocidos y sabrosos de la región, el mole de caderas que es de temporada, por lo que sólo está disponible en diferentes restaurante de los estados de Puebla, Oaxaca y en algunas partes de Guerrero.