DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE 2024: HACIA UN TURISMO SUSTENTABLE

Ciudad de México 4 de junio 2024. A partir de la contingencia por el Covid-19, los expertos en el sector turismo adelantaron que uno de los segmentos de viajes que repuntaría sería el turismo sustentable, mediante la práctica del turismo de naturaleza: aventura, ecoturismo y rural… Y no se equivocaron.

Razón por la que los destinos y empresas del sector han puesto mucha atención en esta modalidad de viajes para poder mantenerse en el mercado y lograr la recuperación de la actividad lo más pronto posible, con el fin de reactivar la demanda, lo que se ha sustentado en estudios que arrojan esta tendencia, marcando el papel que juegan la sustentabilidad y el turismo responsable previo a la elección de un próximo viaje.

Es un tema motivo de reflexión en este Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio por designación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, consciente de que la protección y el mejoramiento del medio ambiente es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo.

Con respecto a los viajes, vale la pena recordar que, de acuerdo a un encuesta del metabuscador Kayak, realizada a 1,000 viajeros mexicanos (International Travel Survey 2020 México), arrojó que cada día se encuentran más comprometidos con el medio ambiente, expresado por 79% de los entrevistados, enfatizando que es importante viajar de forma sustentable, y a pesar de que los precios de hoteles y otros servicios turísticos se elevan, por tratarse de una tendencia en crecimiento, 65% estaría dispuesto a pagar extra con tal de ser ecofriendly a la hora de viajar, hospedarse o rentar un auto.

Y esto ha venido pasando en el sector de los viajes y el turismo, pero otro dato importante dado a conocer, entonces, por parte de la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANCH), fue en cuanto al seguimiento de las tendencias mundiales, y muy especialmente en las preferencias de los propios huéspedes, quienes también han puesto su granito de arena en relación a viajar de forma responsable; 90% de los viajeros se inclina por hoteles sustentables y 34% está dispuesto a pagar por alojarse en propiedades de este perfil, como se manifestó una encuesta del Global Sustainable Tourism Council.

Esto nos ha indicado que es un asunto de consciencia, ya que la visitación no controlada y sin reglas o códigos de conducta en los sitios turísticos pone en grave riesgo a los ecosistemas, como ya nos dimos cuenta en esa etapa de aislamiento social, por lo que cobra especial importancia difundir, particularmente entre los turistas, la importancia de cuidar nuestra riqueza natural, pero desde una perspectiva racional, no como imposición o prohibiciones, sino explicando las consecuencias de afectarla versus los beneficios que brinda a la humanidad su conservación. 

Argumentos, lo hay: nos ofrecen servicios ambientales vitales como el agua, el aire puro que respiramos y hasta nos suministran alimentación, además de otros, como los insumos para medicamentos, conservación de especies o su función como barreras contra huracanes y otros fenómenos naturales, cuando se encuentran en buen estado. 

En sus recorridos por los diversos destinos nacionales, los viajeros tienen el contacto directo con los ecosistemas, ya sean playas o ríos, bosques, montañas, selvas, manglares, humedales, zonas marinas o desiertos, por lo que está al alcance de su mano cuidar o afectar estos ambientes, y esa es justo la oportunidad, cuando es más fácil enamorarlos de la diversidad de especies y sus entornos, porque lo están viviendo en ese momento.

Todos tenemos ese compromiso: gobiernos, empresas, organizaciones y la población debemos tomar consciencia y, juntos, conservar nuestro entorno natural, del cual somos parte, y paralelamente contribuir a recuperar la actividad turística a la brevedad posible, cuando podamos viajar después de la cruda experiencia que nos dejó el COVID-19, pero también aprendimos.

Ejemplo de buenas prácticas son las áreas naturales protegidas de México, en las que se lleva a cabo un real turismo de naturaleza; hay reglas claras de conducta, información, accesos controlados de acuerdo con las características del ecosistema, donde se asume el compromiso de causar el menor impacto sobre el medio ambiente y la cultura de las comunidades. 

Esta mecánica de conservación contribuye además en la generación de ingresos para las poblaciones locales que, por supuesto, está enmarcado en los tres ejes de la sostenibilidad: económico, social y ambiental, donde cada visitante se va con algo más que haber disfrutado del descanso, la relajación, la buena atención, calidad de servicios y la belleza paisajística… se lleva consciencia, por lo que el reto es convertir a todo México en un área natural protegida, pero por convicción y conciencia de las y los viajeros, siendo esto lo que tendríamos que celebrar este Día Mundial del Medio Ambiente.