Parque Nacional El Chico, Hidalgo 4 de enero 2021. Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de México, se clasifican, dependiendo de sus características, como: Reservas de la Biosfera, Parques Nacionales, Santuarios, Monumentos Naturales y Áreas de Protección de Flora y Fauna, aunque no todas cuentan con vocación turística, pero una que sí brinda la experiencia de visitación es el Parque Nacional El Chico, uno de los bosques mejor conservados del país.
Esta vez, nos dimos a la tarea de conocer este espectacular bosque de montaña, localizado en el Estado de Hidalgo, a sólo 116 kilómetros de la CDMX, donde lo primero que se aprende al llegar es que los bosques cubren cerca del 33% del territorio nacional, caracterizándose por su gran concentración de plantas leñosas o árboles, que se dividen en dos tipos, en relación con la altura sobre el nivel del mar a la que se localizan.
Los guías e infografías del lugar explican que los bosques tropicales o selvas son característicos de zonas bajas y con altas temperaturas, a diferencia de los templados y fríos de zonas altas, llamados bosques de montaña, como es el caso de El Chico.
Uno de los más grandes beneficios de este ecosistema es la captación y filtración de agua, por lo que suministran del vital líquido a las zonas urbanas aledañas, por lo que son verdaderas fábricas de agua; y otro no menos importante es la mitigación de los efectos del cambio climático mediante la generación de oxígeno y asimilación de diversos contaminantes, protección de la biodiversidad, retención de suelo, refugio de fauna silvestre, así como la belleza escénica, entre otros.
Es importante detallar que los servicios ambientales son beneficios intangibles, es decir, sabemos existen pero su cuantificación y valoración resultan complejas en comparación con los bienes o productos ambientales, como el caso de la madera, los frutos y las plantas medicinales, de los que obtenemos beneficios directos. Los servicios ambientales o ecosistémicos no se “utilizan” de manera directa, aunque son vitales: agua, buen clima y aire limpio.
Además de estas aportacioes a la humanidad, en particular El Chico brinda una indescriptible belleza paisajística, siendo uno de más antiguos del país al crearse en 1988 como ANP durante el Porfiriato, con el objetivo de protegerlo de actividad minera de la zona.
Se encuentra entre los 2,500 y 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar, albergando aproximadamente 2,739 hectáreas de pino, oyamel de 30 a 40 metros de altura y encino, así como valles donde se puede practicar una gran diversidad de actividades y deportes extremos; cuenta con invernaderos de árboles que se utilizan para la reforestación del propio parque, destacando el desarrollo de una intensa labor de educación ambiental en las comunidades locales y aledañas, para concientización del valor de los ecosistemas.
En su área hay registradas un total de 42 especies, como: zorro gris, cacomixtle, armadillo, tlacuache, ardilla, salamandra, escorpión, serpiente de cascabel, aguilillas y halcones, de las cuales 17 cuentan con alguna categoría de protección especial.
Pero además de ser recinto de conservación, el parque está acondicionado como centro turístico, brindando todas las facilidades, excelentes instalaciones para acampar y preparar alimentos con toda la seguridad para pasar la noche en alguno de los valles, o bien, en el albergue alpino, así como áreas para la práctica del alpinismo, rappel, ciclismo, caminatas, senderismo y pesca deportiva.
Un atractivo más lo representan las elevaciones rocosas ubicadas entre algunos valles y barrancas, que son un reto para escaladores expertos o novatos, además de los paseos en lachas de remo en la presa El Cedral.
Nos percatamos que la comunidad local depende de la actividad turística, mediante la producción de artesanías y la venta de alimentos, ofreciendo diversos antojitos mexicanos en sus modestos establecimientos que se localizan en el interior del parque.
No obstante, hay restaurtantes más sofisticados en el Pueblo Mágico Mineral del Chico, ubicado dentro del Parque Nacional, que se caracteriza por su sabor colonial, folclor y particular gastronomía, además de su infraestructura hotelera y restaurantera de buen nivel.
Una recomendación muy especial para los visitantes de El Chico, es respetar y valorar la cultura local, por ejemplo, pedir permiso para tomar fotografías o participar en alguna fiesta o ritual.
Se puede llegar a este destino desde la capital hidalguense, que está a sólo 17 kilómetros, o directamente desde la CDMX en autmóvil con un tiempo estimado de 1 hora y 45 minutos, o en autobús a Pachuca y luego en taxi hasta el parque.