La zona de Los Tuxtlas en Veracruz es un paraíso místico que brinda su extraordinaria riqueza para la práctica de un turismo de naturaleza

Los Tuxtlas, Veracruz 17 de marzo 2021. Una de las razones por las que es más conocida la zona veracruzana de Los Tuxtlas es por el gran misticismo que permea a Catemaco y las “limpias” que atraen a un gran número de visitantes, aunque esta Reserva de la Biosfera ofrece mucho más, es un paraíso que brinda su riqueza para la práctica de un turismo de naturaleza y el ecoturismo en sus parajes de extraordinaria belleza, mediante una diversidad de opciones.

Esta área natural protegida comprende una extensión de 155,000 hectáreas en la llanura costera del sur del Golfo de México en el Estado de Veracruz, abarcando los municipios de Ángel R. Cabada, Catemaco, Mecayapan, Pajapan, San Andrés Tuxtla, Santiago Soteapan y Tatahuicapan de Juárez.

Su decretó como Reserva de la Biosfera el 23 de noviembre de 1998, y en 2006 fue publicado su Programa de Manejo, instrumento que regula su administración y operación de forma sustentable. 

La Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas es un sitio donde las culturas prehispánicas han dejado su huella, siendo cuna de importantes asentamientos, en principio, de la cultura olmeca y posteriormente la teotihuacana, que lo convirtieron en un mosaico sociocultural que derivó en diferentes formas de producción, prácticas religiosas y tradiciones que se entremezclaron, y esta policromía cultural es perceptible tanto en los vestigios arqueológicos como en las técnicas de producción agrícola. 

San Andrés Tuxtla.

Al noroeste de la Ciudad de Catemaco se encuentran las ruinas prehispánicas de Matacapan, ciudad construida alrededor del año 500 d.C. Hoy en día, Los Tuxtlas es habitada, entre otros grupos, por indígenas nahuas y zoques-popolucas.

Es uno de los casos en México que conectan diferentes tipos de bosques y selvas, desde la costa hasta la cima de los volcanes, con una enorme riqueza compuesta por variados hábitats, como humedales, lagunas, ríos, selvas, montañas, lagos, cascadas, manglares, pantanos, playas, pozas, cavernas, volcanes y cientos de especies de flora y fauna. 

En la región se tienen registradas 565 especies de aves, de las cuales 40% son migratorias de Norteamérica; 109 de peces; 1,117 de insectos; 139 de mamíferos, como jaguar, jaguarundi, mono araña, mono saraguato o aullador, nutria, ocelote y oso hormiguero, por mencionar algunas; así como 166 de anfibios y reptiles, entre los que se encuentran: caimán, lagarto e iguana verde.

Alberga cerca de 3,000 especies representativas y endémicas de flora, como el palo de Perdiz, el pochote, el higuerón, la higuera dorada, el mastate y la chaca, siendouna de las cinco áreas con mayor endemismo de árboles en México y su vegetación incluye bosques mesófilos de montaña, de coníferas, de encino, selva perennifolia, vegetación hidrófila y manglares.

Por todo esto, es una de las zonas más estudiadas de México, por lo que en 1960 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estableció una estación de biología tropical, donde se desarrollan trabajos de investigación relacionados con la dinámica de la selva, inventarios florísticos y faunísticos y otros temas que integran un vasto patrimonio de conocimientos ambientales.

ACTIVIDADES TURÍSTICAS

Pero Los Tuxtlas también nos da la oportunidad de aprender y, sobre todo, de apreciar la majestuosidad de la naturaleza desde los lugares más exóticos, como cuevas, hasta el avistamiento de su fauna y el espectáculo que nos brinda el volcán junto al mar. 

Para vivir esta gran experiencia en todo su esplendor, nuestra recomendación es dedicar el tiempo necesario para conocer su enorme y variada riqueza natural, así como la oferta turística que ofrece a los visitantes.

Santuario de la Virgen del Carmen en Catemaco.

Es el paraíso para el turismo de naturaleza y el ecoturismo, gracias al cuidado y conservación que han encabezado las comunidades que habitan y trabajan en la región, defendiendo su riqueza natural, que han encontrado en el turismo una actividad para su desarrollo, realizándolo de forma sustentable, manteniendo en buen estado los ecosistemas, lo que es motivo de orgullo para los veracruzanos. 

De los sitios de interés más representativos podemos mencionar, por supuesto, la laguna y el Pueblo Mágico Catemaco, enigmático, plagado de costumbres, leyendas, tradiciones y cultura, con todo el misticismo que lo caracteriza. 

También podemos mencionar la cascada de Eyipantla y la barra de Sontecomapan, sitios que comprende el macizo volcánico que se encuentra entre los ríos Coatzacoalcos y Papaloapan.

Ofrece todas las facilidades para la práctica del turismo alternativo y de aventura en sus ríos, cascadas, cuevas, isla y acantilado, a través del rappel, recorridos en lancha, paseos a caballo, entre muchas experiencias más. 

Otro de sus grandes atractivos es disfrutar de la tranquilidad de las playas cercanas, como Montepío, Toro Prieto, Hermosa, Los Órganos, Punta Puntilla, Roca Partida, Puerto Balzapote y Costa de Oro.

La tradición para iniciar el recorrido por la reserva es con una “limpia” que realizan en Catemaco los curanderos locales mediante un ritual de purificación con ramas y hierbas que posteriormente dejan en el altar de la Virgen del Carmen, en la basílica del lugar.

Luego de habernos desprendido de las malas vibras, la sugerencia es dirigirse a San Andrés Tuxtla, que cuenta con una buena oferta de hoteles y cabañas ecoturísticas, y disfrutar de la gastronomía regional y veracruzana durante los días que se puedan destinar a este extraordinario viaje.

Una vez que se hizo base en San Andrés, desde ahí se pueden planear los recorridos para los siguientes días, contando con operadores y guías expertos, que en su mayoría son habitantes locales, que nos llevan a aprender de la naturaleza a través de una extensa variedad de actividades, como pasar la noche en casa de campaña o en cabañas con servicios básicos en medio de la selva.

La gastronomía veracruzana es toda una experiencia, encontrando en los restaurante de San Andrés lo más representativo de la cocina regional, y a pesar de que sólo concentra cerca de 15 establecimientos, todos son muy recomendables, donde sirven lo más rico y diverso a partir de sus ingredientes que toman tanto de sus campo y las montañas, como de las costas y de sus lagunas.

Sus cartas incluyen platillos a base de pescados y mariscos, así como el prehispánico tatabiguiyayo que se elabora con carne de res y orejones en una rica salsa, o la extensa variedad de atoles y tamales, los chanchamitos contotomoxtle o hoja de plátano y achiote, puerco y pollo, entre otras delicias.

PARA LLEGAR

La forma más directa de dirigirse a la Reserva de la Biosfera es vía aérea al Puerto de Veracruz y de ahí por carretera en automóvil o autobús a la zona del Pueblo Mágico Catemaco, con un tiempo aproximado de tres horas, y posteriormente a San Andrés Tuxtla que se encuentra a 30 kilómetros.

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