Las delicias acapulqueñas que se convirtieron en ícono de su gastronomía

Acapulco, Guerrero 23 de abril 2022. Una de las experiencias que actualmente se ha posicionado entre las preferidas de las y los viajeros es, sin duda, la gastronomía, e inclusive hay destinos que atraen flujos turísticos solamente con su arte culinario, pero hay otros como Acapulco, que ofrecen todo un abanico de atractivos y actividades además de contar con platillos que se han convertido en ícono.

El bello puerto guerrerense, además de haber sido el primer destino que se colocó en el mapa turístico mundial, combinando historia, tradiciones, cultura, sol y playa, ofreciendo increíbles días de diversión y descanso, también destaca por los sabores que atrapan a los visitantes, con ingredientes frescos, lo que siempre se agradece.

La comida tradicional acapulqueña se distingue por los productos de mar, sus toques ahumados y el uso de una diversidad de chiles que acompañan a estos platillos que enamoran a los paladares más exigentes, y entre los más representativos destacan como los más demandados:

Pescado a la Talla.

PESCADO A LA TALLA

El Pescado a la Talla se convirtió en un emblema del puerto, ya sea de robalo o huachinango, el cual se abre en mariposa y se marina con una pasta de chiles en la que resalta el guajillo por su olor y color, lleva ajo y mantequilla, que al cocinarse a las brasas adquiere un sabor ahumado único.

Tradicionalmente se acompaña con frijoles, arroz blanco, unas rebanadas de aguacate y tortillas de maíz, siendo la zona de Barra Vieja donde se presume que esta delicia es su especialidad.

Ceviche Acapulqueño.

CEVICHE ACAPULQUEÑO

Pero un imperdible, es el famoso Ceviche Acapulqueño. Prácticamente todos los viajeros que llegan al puerto es lo primero que piden, ya que quienes lo han probado no pueden dejar de pedirlo en cada visitan y al probarlo por primera vez, enamora.

Se prepara con trozos de pescado o mariscos marinados en jugo de limón y naranja, acompañados de aguacate, jitomate, cebolla, cilantro, catsup y un chorrito de aceite de oliva, disfrutándose tanto a cucharadas como en tostadas y hasta con galletas.

Tal es su popularidad que se encuentra en la carta de prácticamente todos los restaurantes de la cosmopolita ciudad costeña.

Picaditas.

PICADITAS

No es difícil imaginarse estar en alguna de sus playas, hasta donde llegan las famosísimas Picaditas, elaboradas a base de maíz, con frijoles negros, queso fresco desmenuzado y bañadas de una rica salsa picosita.

Es todo un rito probar estas delicias mientras se goza del sol y la playa, en alguna de sus palapas escuchando el vaivén de las olas.

Pozole Blanco.

POZOLE

Quien no ha oido o disfrutado de los jueves pozoleros, una de las más arraigadas tradiciones culinarias acapulqueñas, que se sirve en la mayoría de sus restaurantes e inclusive se abren algunos lugares como casas particulares, sólo este día, para deleitar con el manjar a propios y extraños, locales y viajeros.

Hay una diversidad de variantes en cuanto a acompañamientos, como chicharrón, sardina, mariscos, carne de puerco o pollo, ya sea blanco o verde, pero infaltable: el aguacate, rábano, lechuga, cebolla, orégano y limón, con unas buenas tostadas embarradas de crema.

Sólo en el Estado de Guerrero se prepara el pozole blanco y verde, aunque la costumbre local es que este último se sirve los jueves, y el primero los miércoles y los domingos.

Llama la atención que las y los acapulqueños se visten de gala para reunirse con la familia y los amigos para disfrutar de este platillo.

Coco Loco.

TUBA, CHILATE O COCO LOCO

También muy tradicionales son las bebidas refrescantes: Tuba, Chilate y Coco Loco; la Tuba es una bebida alcohólica que resulta de la fermentación del extracto de la bellota o los racimos de la palma de coco. Se dice que contiene una alta cantidad de vitaminas y es energizante.

Por otro lado, el Coco Loco es un cóctel muy arraigado en Acapulco, que lleva un mix de ginebra, ron, tequila, vodka, anís, jarabe natural y jugo de limón, mezclándose todo dentro de un coco recién cortado; mientras que el Chilate se elabora con cacao, arroz, azúcar, canela, y se sirve bien frío.

¿COCO O TAMARINDO?

Y para cerrar con broche de oro, nada mejor que endulzar el paladar con una cremosa nieve de coco, una cocada, y hasta un rico un tamarindo dulce, salado o enchilado, productos característicos de este maravilloso destino.