Región Centro-Occidente, México 3 de mayo 2021. Cada región de México se caracteriza por el trabajo que realizan las manos mágicas de sus artesanos, que le dan diversidad de formas, colores e identidad turística y cultural al país mediante esta manifestación que a últimas fechas ha cobrado gran reconocimiento.
Sus variantes tienen una infinidad de usos y son muy apreciados como souvenirs o recuerdos de los diferentes lugares visitados, hasta verdaderas obras de arte altamente cotizadas por conocedores y coleccionistas a nivel mundial, mismas que se elaboran con la más amplia gama de materiales, entre los que se encuentran: maderas, metales, piedras, barro, fibras, semillas, telas, vidrio, cartón, cerámica, hilos, resinas y un largo etcétera.
Es importante destacar que las artesanías han permitdo que muchos pueblos y comunidades cuenten con una forma de vida productiva, representando un sector de gran interés en el mercado y con potencial de crecimiento.
Además, se han convertido en una experiencia turística más dentro de los atractivos que brinda cada destino o región, formando parte de sus estrategias de promoción turística y cultural, como en el caso del Pacto Centro-Occidente por el Turismo que contempla dar a conocer, pero sobre todo, reconocer el trabajo de las y los artesanos de esta zona del territorio nacional que forman seis estados: Aguacalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí y Zcatecas.
En nuestros recorridos por México, podemos apoyar a las familias que se dedican a esta maravillosa actividad comprando sus productos, como en la comunidad de Ezequiel Montes, Querétaro, donde se trabaja el trenzado del ixtle, técnica con la que Juan Mendoza y su hija Felipa crean auténticas obras de arte.
A través de una máquina de poleas van torciendo hilos que forman un mecate, al unir varios de ellos hacen una trenza; posteriormente, con ese tejido se elaboran hermosas figuras: muñecas, animales, cruces, nacimientos y piñatas, entre otras. En el proceso participa toda la familia (diez personas) y sus precios varían de acuerdo al tamaño y complejidad de la pieza.
También en Querétarose encuentra Don Xu, una muñeca otomí que ha viajado por México, además de otros países como Turquía, Venezuela, Chile, España e Italia en compañía de su creadora Genoveva Pérez, siendo una de las artesanías más valoradas del país; se caracterizan por su piel morena, tener un bebé bordado en sus brazos y portar su traje típico. Este juguete nació cuando las madres otomíes las confeccionaban para sus hijas y Genoveva aprendió a elaborarla gracias a su madre, y ahora busca representar a la mujer otomí a través de sus creaciones a las que da vida en su taller “De Pérez”.
La cerámica (mayólica y loza blanca), es un distintivo tradicional del arte de Aguascalientes, y uno de sus máximos exponentes en la región es Iván Pugga González, quien además de crear hermosas piezas que lo han llevado a ser reconocido con el Premio Artesanal Aguascalientes 2013, también es un investigador de la cerámica tradicional del estado y rescatista del patrimonio cultural, así como generador de nuevas propuestas artísticas plasmadas en material cerámico.
Su inquietud por incursionar en el mundo de la cerámica despertó en su último año de universidad, motivación que lo llevó a trabajar en el Centro de Artes y Oficios, donde se inició como investigador sobre cerámica tradicional de Aguascalientes, la mayólica o loza blanca. Su preparación sigue siendo constante, tanto en Aguascalientes como en la CDMX y Guadalajara, teniendo actualmente su taller en el Barrio de la Purísima.
Las Mojigangas son unas figuras de cartón que caracterizan a San Miguel Allende, Guanajuato, que se usan comúnmente para dar vida a fiestas tradicionales, bodas y propagandas, por mencionar algunas. Uno de los cartoneros más conocidos y con más años en este oficio realizando estas figuras es Hermes Arroyo Guerrero, quien ha dedicado 35 años de su vida a elaborar estas artesanías que han llegado a exhibirse en los lugares más importantes del mundo, como: África, Estados Unidos, El Vaticano y Perú.
Las mojigangas son comúnmente hechas con caras que expresen felicidad, tristeza, o bien con formas de diablos, muerte, incluso con imágenes de famosos. Las piezas hechas por Hermés tienen la particular característica de usar ropa de tela, como si fuera el vestuario típico de una persona real, agregando elementos como flores. Este escultor del cartón tarda de tres a seis semanas en realizar una mojiganga, dependiendo del tamaño de esta; algunas llegan a medir cerca de tres metros de altura.
Un artesano fuera de serie de Zacatecases José Baltazar Inchaurregui, quien por más de 50 años se ha desempeñado como artesano dulcero, produciendo y vendiendo sus productos típicos de Guadalupe. Su especialidad es la Melcocha, al principio de su oficio vendió esta deliciosa golosina de manera ambulante con su familia, siempre intentando preservar los ingredientes y procesos tradicionales.
Más tarde, en el 2000, creó su propia tienda llamada La Catedral de la Melcocha, un local muy popular en el famoso mercado González Ortega, donde la familia Baltazar Jiménez ha mantenido viva la tradición de crear dulces típicos, siendo actualmente la quinta generación de productores de estos productos.
El en Pueblo Mágico Aquismón en San Luis Potosí se encuentran las prendas con los bordados más maravillosos de la región, y una de las artesanas más reconocidas de la zona es Felipa de Jesús Martínez, quien gracias a sus raíces Tének elabora zapatos, sombreros y ropa con acabados en punto de cruz de diversos colores; su especialidad son prendas típicas como el quexquemitl. Aprendió a elaborar estos complejos bordados gracias a su familia, que desde hace generaciones han dedicado su vida a esta artesanía.
José Bernabé Campechano (1935-2019) fue fundador de la emblemática “Galería Bernabé” en Tonalá, Jalisco, uno de los artistas más destacados no sólo de su estado sino de todo el país. Su especialidad fue la pintura de cerámica de “petatillo”. Inició su labor en 1950 y aún a sus 80 años continuó elaborando hermosos trabajos, recibiendo galardones como el “Premio Jalisco”, el “Premio Ángel Carranza”, y fue reconocido dentro de los 150 Maestros del Arte Popular de México en Cerámica. Cabe destacar que sus piezas han sido adquiridas por figuras del medio artístico, personalidades mundiales y Presidentes de la República.
José Bernabé aprendió el oficio de su abuelo y a su vez él también se lo inculcó a sus hijos; su peculiar técnica se caracteriza por tener un decorado casi milimétrico que se asemeja al entretejido de un petate, y es precisamente lo que le da nombre a este método. Una de sus obras puede costar más de 5,000 pesos debido al detalle, esfuerzo y trabajo que implica, sin embargo, quien adquiere una de sus piezas puede estar seguro de que es un artículo único.
Y esto es sólo una muestra de los productos e historias que han dado vida a esta tradición, la elaboración de artesanías que cobran vida gracias a las manos mágicas de nuestras artesanas y artesanos, que descubriremos al viajar por estos rincones de México.