Con la esperanza de recuperar la ocupación hotelera en el país a la brevedad posible, en cuanto podamos volver a viajar, muchos establecimientos y cadenas, por la presión de la oferta están empezando a bajar sus tarifas, a pesar de que expertos, autoridades y diferentes consultoras han señalado en entrevistas, redes sociales, portales, webinars, etcétera, que se debe evitar para no desatar una guerra de precios.
Algunas voces manifiestan que pesar de la baja de la demanda y el posterior cierre de los hoteles, no podemos caer en un canibalismo que genere un turismo barato.
Por su parte, Raúl Duarte, Vicepresidente Senior de la consultora hotelera HVS México, ha precisado que debemos tomar la emergencia sanitaria con mucha madurez en la industria turística, y pese a la caída de la tarifa promedio, la observación para todos los que operan hoteles es que no necesariamente bajar la tarifa les va a traer más ocupación.
Advierte al respecto que hay que tener mucho cuidado, y tomar en consideración que se trata de una industria que se repone muy rápido después de las emergencias; la ocupación se va recobrar, pero si castigan demasiado la tarifa volver a recuperarla va a ser mucho más difícil.
Por su parte, el experto en turismo de la consultora Simon-Kucher & Partners, Carls Munich, ha declarado que se debe evitar a toda costa la guerra de precios en el sector, explicando que se ha demostrado, en crisis previas, que los Ingresos por Habitación Disponible(RevPAR, por sus siglas en inglés) de las propiedades que no redujeron sus tarifas superó a las que sí lo hicieron.
En esta postura también se han sumado personajes del sector de la talla de: Marisol Vanegas, Secretaria de Turismo de Quintana Roo; Francisco Madrid, Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur); Armando Bojóquez, Presidente de ACTUAL; y Fernando Olivera Rocha, Secretario de Turismo de Tamulipas, entre otros.
El hecho es que ya se están dando señales en el país de esta tendencia, como lo reportan muchos medios, entre los que podemos destacar a Novedades de Quintana Roo, que en su edición del 17 de mayo pasado, informa que los hoteleros de Cancún sacrifican sus tarifas para captar turistas, rebajándolas hasta 60% reservando ahora, como es el caso del Hotel Flamingo, con lo que esperan garantizar ocupaciones en cuanto reabran sus puertas, y si el semáforo no cambia, podría ser de forma gradual a partir del 1 de junio.
La edición señala que el Hotel Atelier de Isla Mujeres está promocionando certificados para viajar posteriormente por 2,900 pesos; de igual forma el Cancún Óleo, con precios desde 1,600 pesos; y la cadena Fiesta Inn brinda en sus propiedades ofertas con 50% de descuento, y podría ir creciendo en los170 hoteles cancunenses que albergan 45,463 habitaciones, actualmente cerrados, y así sucesivamente en otros destinos nacionales.
Aunque la titular de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo afirma, en la publicación referida, que esta práctica puede afectar al Caribe, palabras que no han tenido eco aunque lo ha reforzado al recordar que en 2001, cuando se registraron los atentados a las torres gemelas en Estados Unidos, tardaron 28 meses en recuperar la baja de tarifas, por lo que hay que evitarlo ya que el destino continúan siendo un excelente producto.Por otro lado, se han hecho recomendaciones para ser competitivos sin sacrificar tarifas, como brindar un valor agregado, lanzar promociones con facilidades para pagar ahora y viajar despues, aunque por el mismo costo, realizar campañas de difusión más agresivas con mensajes creativos, informar de los protocolos de seguridad, higiene y sanitización que se implementen, flexibilizar las políticas de cancelaciones a fin de dar más confianza a los clientes en caso de alguna contingencia, entre un muy largo etcétera de ideas que se han estado proponiendo, pero anteponiendo el objetivo de mantener las tarifas.